A veces parece que el mundo se hunda. Tú pones toda tu ilusión en tu hijo. Sueñas en lo que llegará a ser, le pones miles de esperanzas. Lo crías, lo educas como mejor sabes dándole todo lo que tú tienes y más, con el fin de que llegue a ser “alguien”. Y entonces te llega una maestra poco asertiva y te citica a tu hijo de tal modo que pareciera que diga que mejor que ni siquiera hubiera nacido… Y tú te hundes y te preguntas ¿Qué he hecho mal?
Pero está no es la pregunta que te debes hacer. Pregúntate qué puedes hacer tú por él. Sácales provecho a las críticas de su maestra para ayudar a tu hijo a crecer más fuerte y más listo. No debes rendirte, porque tu hijo es lo más precioso y valioso que has creado en este mundo.
Pero sobretodo disfruta de él y con él, disfruta de su crecimiento, ríete con él, aprende a su lado, ofrécele posibilidades de crecer.
Y no olvides la fuerza de la familia, porque todos estáis juntos en esta vida y tiráis adelante juntos. Los baches son solo esto, baches, pero el camino sigue y todos estamos juntos y cada vez más unidos.
Pero está no es la pregunta que te debes hacer. Pregúntate qué puedes hacer tú por él. Sácales provecho a las críticas de su maestra para ayudar a tu hijo a crecer más fuerte y más listo. No debes rendirte, porque tu hijo es lo más precioso y valioso que has creado en este mundo.
Pero sobretodo disfruta de él y con él, disfruta de su crecimiento, ríete con él, aprende a su lado, ofrécele posibilidades de crecer.
Y no olvides la fuerza de la familia, porque todos estáis juntos en esta vida y tiráis adelante juntos. Los baches son solo esto, baches, pero el camino sigue y todos estamos juntos y cada vez más unidos.
Un abrazo a todos aquellos que os sintais identificados.
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