9 de mayo de 2009

La música como terapia

La música nos hace sentir. Todos hemos sonreído, llorado, bailado con una música o con una canción. La música nos acompaña siempre, nos hace sentir, nos transmite emociones. ¿Quién no le ha cantado a su hijo para calmarlo?

Así pues no es difícil que la música pueda servir de terapia.

Los adultos vienen a consulta del psicólogo con un problema claro, aunque no sepan la causa te podrán explicar “me siento triste”, “me incomodan tales cosas”, “me enfado con mayor facilidad”… pero los niños llegan porque sus padres o maestros ven que algo no funciona y los propios niños a menudo no saben de qué se trata y ni siquiera saben explicar cómo se sienten.

Por esta razón, es tarea del psicólogo infantil buscar estrategias que conecten con el niño y que permitan que exteriorice sus sentimientos y que se sienta y comporte mejor. En esta línea el psicólogo utilizará el diálogo, los cuentos, los juegos e incluso la música para ayudar al niño.

La terapia musical utiliza la música como medio de comunicación no verbal. Existen muchas técnicas de musicoterapia, pero todas ellas enseñan al niño a respirar, relajarse, autocontrol, a desahogarse… Enseñan, además, a concentrarse y a mantener la atención.

Ha demostrado tener efectos clínicamente relevantes con niños con problemas. Especialmente con niños con autismo, con baja autoestima, ansiedad y con problemas de conducta.

Así pues, la música es una técnica más para ayudar a los niños, aprovechémosla.
Merece la pena, entonces cantarle o cantar con él, puesto que mientras debe respirar profundamente, igual que lo haría en los ejercicios de relajación, se concentra en la letra y entonación, desconecta de sus disgustos o enfados… Y si desafinas como yo, mejor, así además se reirá.

No hay comentarios:

Publicar un comentario