28 de abril de 2009

¿Educación mixta o no? Una decisión de los padres

En pleno S. XXI cuando hablamos de igualdad de sexos en el trabajo y de que la pareja comparta responsabilidades en casa, la polémica se sirve otra vez tras la decisión del Gobierno cántabro de retirar subvenciones a los colegios con educación separatista por sexos.

Como un abogado del diablo que cuestiona todo, la reflexión para este tema vendría a ser poner en tela de juicio las dos eternas posturas de esta medida. Por un lado, los detractores que la tachan de discriminatoria y represiva abogando por la convivencia, y por otro los que argumentan ventajas tales como los mejores resultados académicos por grupos separados.

Si bien es cierto, que tanto física como mentalmente existen diferencias biológicas que nos diferencían del sexo contrario. Muchos estudios han demostrado que los cerebros de las niñas y los niños son diferentes en cuanto al desarrollo por ejemplo de la madurez o el lenguaje verbal, y si a esto añadimos los diferentes inputs que la sociedad y la cultura inculca en los niños, el debate esta servido.

Aquí la decisión como siempre es de los padres. Estudiar en una escuela pública, privada, mixta o no, da igual, asimismo, estudios, estadísticas, etc. no son tan relevantes como el conocimiento de los padres sobre los hijos y su derecho a decidir que tipo de educación es mejor para ellos.

1 comentario:

  1. Si separamos a los niños por sexo, por la misma regla de tres tendríamos que separarlos por raza, creencias y cultura. Y puestos a ir un poco más allá por altura, color de ojos, de pelo y talla de zapatos. Así igual resolvemos el problema de la masificación en las aulas. Buena idea. Que se vuelvan todos más intolerantes con la gente que no cumplan su etiqueta es un daño colateral sin apenas importancia...y que vayamos hacia atrás quizás tampoco sea tan relevante.

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