Los niños no nacen sabiendo, al contrario nacen con unos instintos básicos que les permiten sobrevivir al tiempo que sus cuidadores les enseñan a vivir.
De ese modo desde que nace, el niño no hace otra cosa que aprender: aprender a caminar, a comer, a hablar, a estudiar… y todos los contextos del desarrollo se centran el aprendizaje: en casa, en el parque, en el club… y, claro está, en el colegio.
Y la verdad es que el niño quiere aprender, siente curiosidad, está motivado para aprender cosas nuevas, porqué sino lo cuestiona todo… “Papa, ¿Por qué cerramos los ojos cuando estornudamos? “ o “¿Adán y Eva tenían ombligo?”.
¿Qué ocurre pues para que pierdan la motivación? ¿La razón no será el odiado bolígrafo rojo?Y la verdad es que el niño quiere aprender, siente curiosidad, está motivado para aprender cosas nuevas, porqué sino lo cuestiona todo… “Papa, ¿Por qué cerramos los ojos cuando estornudamos? “ o “¿Adán y Eva tenían ombligo?”.
¿Nos hemos parado a pensar cómo enseñamos a los niños? Pensadlo un instante… Pues sí, les enseñamos corrigiendo sus errores, nuestro discurso se basa en el “esto está mal, tendrías que haberlo hecho así o asá” y si creéis que no es así ¿Por qué marcamos en rojo todos aquellos errores que comete el niño? Podríamos marcar en rojo sus avances ¿no os parece? Y usar un color más discreto para las correcciones.
Luego nos sorprende que los niños no quieran estudiar, pero deberíamos imaginarnos en nuestros trabajos con alguien delante que se dedicara única y exclusivamente a remarcar todos los errores que vamos cometiendo, ¿en serio seguiríamos motivados para seguir trabajando? Cómo mínimo nos plantearíamos un cambio de empleo…
Parece una tontería, pero en mis épocas de profe, desterré el boli rojo de mi material escolar. A los alumnos (7-10 años) les encantaba que les corrigiera con colores que no fueran el rojo... verde, lila, ¡incluso con un lápiz! Y lo mejor, les encantaban las caras sonrientes que les dibujaba al lado de los ejercicios que hacían bien. Todos querían caras sonrientes en sus exámenes :)
ResponderEliminarHola, jo de petit odiava com em corregia els examens un profe, ja que es recreava i feia tatxonis al bèstia. Be, crec que com no sabia ensenyar el que feia era destreure's una mica amb el paper. Una vegada em va posar amb lletres de 4 cm la paraula "mal", ella feia la "m" al reves, i li vaig corregi perquè provés una mica la seva medicina...
ResponderEliminarAgnes m'agrada moltel teu blog, ho veig molt bé expressat i ben creat els hipervinculos amb la pagina baobabparents que t'ajuden a comprendre una mica mes els temes.
Espero continuar llegint els teus comentaris.
Un peto :)