29 de enero de 2010

Bolígrafo Rojo

Los niños no nacen sabiendo, al contrario nacen con unos instintos básicos que les permiten sobrevivir al tiempo que sus cuidadores les enseñan a vivir.

De ese modo desde que nace, el niño no hace otra cosa que aprender: aprender a caminar, a comer, a hablar, a estudiar… y todos los contextos del desarrollo se centran el aprendizaje: en casa, en el parque, en el club… y, claro está, en el colegio.

Y la verdad es que el niño quiere aprender, siente curiosidad, está motivado para aprender cosas nuevas, porqué sino lo cuestiona todo… “Papa, ¿Por qué cerramos los ojos cuando estornudamos? “ o “¿Adán y Eva tenían ombligo?”.

¿Qué ocurre pues para que pierdan la motivación? ¿La razón no será el odiado bolígrafo rojo?

¿Nos hemos parado a pensar cómo enseñamos a los niños? Pensadlo un instante… Pues sí, les enseñamos corrigiendo sus errores, nuestro discurso se basa en el “esto está mal, tendrías que haberlo hecho así o asá” y si creéis que no es así ¿Por qué marcamos en rojo todos aquellos errores que comete el niño? Podríamos marcar en rojo sus avances ¿no os parece? Y usar un color más discreto para las correcciones.

Luego nos sorprende que los niños no quieran estudiar, pero deberíamos imaginarnos en nuestros trabajos con alguien delante que se dedicara única y exclusivamente a remarcar todos los errores que vamos cometiendo, ¿en serio seguiríamos motivados para seguir trabajando? Cómo mínimo nos plantearíamos un cambio de empleo…

2 comentarios:

  1. Parece una tontería, pero en mis épocas de profe, desterré el boli rojo de mi material escolar. A los alumnos (7-10 años) les encantaba que les corrigiera con colores que no fueran el rojo... verde, lila, ¡incluso con un lápiz! Y lo mejor, les encantaban las caras sonrientes que les dibujaba al lado de los ejercicios que hacían bien. Todos querían caras sonrientes en sus exámenes :)

    ResponderEliminar
  2. Hola, jo de petit odiava com em corregia els examens un profe, ja que es recreava i feia tatxonis al bèstia. Be, crec que com no sabia ensenyar el que feia era destreure's una mica amb el paper. Una vegada em va posar amb lletres de 4 cm la paraula "mal", ella feia la "m" al reves, i li vaig corregi perquè provés una mica la seva medicina...
    Agnes m'agrada moltel teu blog, ho veig molt bé expressat i ben creat els hipervinculos amb la pagina baobabparents que t'ajuden a comprendre una mica mes els temes.
    Espero continuar llegint els teus comentaris.
    Un peto :)

    ResponderEliminar